En semifinales España volvió a enfrentarse a Rusia, a la que ya había ganado en el primer partido de la primera fase por 4:1. Tras una primera parte sin goles en la que se lesionó el goleador David Villa, España marcó tres en la segunda y se hizo con la victoria clasificándose para la final. España cayó eliminada en la primera fase al quedar tercera en el grupo con tres puntos.